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Seguramente este es un tiempo en el cual has sentido de manera más profunda ambas sensaciones: abundancia y escasez. En repetidas ocasiones quienes son padres o madres me han comentado, como un aspecto positivo, poder disfrutar más tiempo con sus hijos o por el contrario cuentan con menos recursos económicos, y sin ir más lejos estamos privados de la “libertad” de salir y relacionarnos con normalidad.

¿Tú vives en abundancia o en escasez?

Cuando planteo esta pregunta es muy importante diferenciar cómo la he redactado. Podría haberla planteado así: ¿tú vives con abundancia o con escasez? Y aquí me detengo a detallar cuál es la diferencia entre “en” y “con”. Cuando vives “con” algo marcas una distancia y reconoces que es un elemento externo a ti, incluso decretas que esa relación probablemente no dure para siempre. Si tu vives “en” algo, te apropias de él, lo habitas y lo vuelves tuyo. Por lo tanto “el estado de la abundancia es la capacidad ilimitada de existir plenamente”.

Te invito a que definas las cosas que para ti son prioridades en tu vida. ¡Enlístalas! Ahora, visualízalas y analiza cómo está cada una de ellas en este momento en tu vida. Ponles una escala numérica o un adjetivo (excelente, muy bueno, bueno, regular, malo). Analiza qué desequilibrios tienes en esa puntuación, y recuerda que un desequilibrio es una condición en la cual sientes que hay vacíos por las cosas que te faltan, son huecos por donde tu energía se va y no te permiten tenerla en armonía.

Ahora que has identificado tus prioridades y cómo se encuentran, enfócate en las que tengan calificación más baja, y entiende qué cosas están en tu control hacer para poder cambiar esa situación. Pongo un par de ejemplos: a) abundancia en el amor, y te pido que te preguntes ¿Cómo está tu amor propio? ¿Cómo está tu amor por la vida? Si estas fuentes primarias están llenas, tu entorno se irá cubriendo de este sentimiento en las diferentes instancias de relacionamiento que tengas; b) abundancia en medios de vida, en un momento en que tal vez perdiste tu empleo, tu emprendimiento está en crisis, te han reducido el salario y la sensación de escasez te inunda. Sin embargo, esta situación no define tus oportunidades ni tu capacidad de innovar, de emprender, de emplearte en otro lugar. Toma cada prioridad y desarrolla tu plan de acción con actividades concretas, estableciendo periodicidad y metas. Escríbelas y revísalas constantemente.

Vivir en abundancia es una decisión, es una filosofía que puedes aplicar y se fortalecerá con estas dos poderosas palancas

Visualización: sueña despierto, dónde quieres estar, con quién quieres estar, qué impacto quieres generar, cómo estás vestido, a qué huele, de qué color es, a qué sabe. Decreta que ya estás donde quieres estar.

Gratitud: agradece la abundancia que está a tu alrededor, el aire es abundancia, la naturaleza es abundancia, etc… Asumimos que muchas cosas están ahí por default pero la verdad es que son la expresión en sí misma de la abundancia. Valóralas y agradece tenerlas.

¡Te deseo mucha prosperidad en tu camino hacia la abundancia!

Por Alejandra Orellana
Co-fundadora de Lactarum