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Lactarum nació para responder a una problemática social real. Las mujeres que deciden ser madres mientras trabajan en relación de dependencia necesitan contar con espacios adecuados para la extracción de leche materna y su correcto almacenamiento. De lo contrario, su lactancia está destinada a extinguirse en cuestión de uno o dos meses después de reincorporarse al trabajo tras finalizar su licencia de maternidad.

La pregunta es directa: ¿qué pasa con esa madre y ese bebé cuando la empresa no habilita un espacio digno para la lactancia?

En estos siete años colaborando con empresas de distintos tamaños y sectores, hemos identificado tres motivaciones clave por las que las organizaciones deciden invertir en la primera infancia y habilitar salas, cabinas o módulos de lactancia:

1. Cumplimiento normativo

La legislación vigente exige a las empresas contar con salas de lactancia en países como México y Ecuador. La norma de lactancia materna, en ambos casos, contempla que las madres deben tener una hora de lactancia diaria, además de condiciones dignas para continuar con este proceso. El temor a sanciones o multas suele ser el principal factor que facilita la aprobación de presupuesto para estos programas.

2. Estrategias de parentalidad

Algunas organizaciones han desarrollado programas de lactancia materna como parte de su marca empleadora. Incorporar la lactancia y el trabajo como una conversación abierta y respaldada por políticas claras mejora la retención de talento femenino, reduce el ausentismo y posiciona a la empresa como un lugar empático y actualizado.

3. Cumplimiento de exigencias externas

En menor medida, empresas que reciben financiamiento de organismos multilaterales implementan políticas de género y lactancia como respuesta a diagnósticos técnicos que promueven inversiones con impacto económico y social positivo. En esos contextos, la lactancia materna se aborda como un derecho, pero también como un indicador de bienestar organizacional.

Todas estas razones son válidas y, desde Lactarum, nos alegra que existan. Sabemos que las instituciones invierten cuando encuentran una razón sólida para hacerlo, y que es clave que puedan identificar el retorno de su inversión en políticas de lactancia materna.

Pero también sabemos que hay razones aún más poderosas que deberían ponerse sobre la mesa:

Los derechos laborales también son derechos humanos

El derecho de una madre a continuar con su lactancia materna mientras trabaja no debería ser negociable ni cuestionado. La lactancia materna norma no es un privilegio: es un mínimo necesario para que el entorno laboral sea verdaderamente inclusivo.

La inversión en lactancia da frutos en el presente y en el futuro

Las empresas que apoyan la maternidad y la lactancia dejan una huella social invaluable porque comprenden que están contribuyendo a formar una fuerza laboral futura más sana, emocionalmente más inteligente y resiliente.

No hay estrategia de género efectiva sin considerar la maternidad

Es precisamente en esta etapa donde muchas mujeres enfrentan mayores barreras para su desarrollo profesional: ralentización de carrera, autoexclusión de promociones, discriminación y penalización por ejercer su maternidad. La norma de lactancia materna busca justamente eliminar estas barreras, promoviendo un entorno de igualdad real.

¿Qué pueden hacer las empresas para avanzar?

Desde nuestra experiencia, estas tres acciones pueden marcar una diferencia real:

1. Socializar la importancia de la lactancia en toda la organización

No es solo un tema de madres: apoyar la lactancia es una responsabilidad compartida. Además, es clave comunicar su vínculo con el desarrollo cognitivo y productivo futuro de los hijos e hijas de sus colaboradores.

2. Medir el impacto de sus programas

Evaluar indicadores como retención de talento, productividad o reducción del ausentismo permite mostrar el valor tangible de apoyar la parentalidad en el entorno laboral.

3. Asegurar infraestructura adecuada

Contar con una sala o módulo de lactancia digno, privado, higiénico y accesible es una señal clara de compromiso con el bienestar y los derechos de las mujeres. Aquí también se refuerza la importancia de brindar información sobre el correcto almacenamiento de la leche materna.

¿Invertir en lactancia?

Es mucho más que cumplir con una ley. Es una decisión estratégica que impacta positivamente en las personas, la cultura organizacional y el futuro de la sociedad.

En Lactarum, acompañamos a las organizaciones a implementar soluciones reales y sostenibles, alineadas con la norma de lactancia materna, para que la conciliación entre lactancia y trabajo sea posible, justa y digna.

Por Lic. Alejandra Orellana
Co-fundadora de Lactarum