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Cuando tenía 23 años me formé como asesor comercial en un grupo automotriz reconocido del Ecuador. No fue una carrera fácil, pues no tenía experiencia previa y la mayoría de mis colegas eran vendedoras con años de experiencia.

Un día una de las mejores vendedoras del equipo estaba preocupada, pues nos confesó que estaba embarazada, y no quería que la empresa se enterara por temor a que le pidan la renuncia voluntaria. Efectivamente, al poco tiempo de notificar su embarazo, empezó a sufrir acoso por parte de los jefes que lo veían como un problema en su productividad. 

Se reincorporó a la empresa antes de terminar su licencia de maternidad y su etapa de lactancia tampoco fue sencilla por la presión y poca comprensión en los directivos con relación a su salud y estado emocional. Desmotivada por tener que extraerse la leche materna en el baño o en su auto, desistió de su lactancia y empezó a alimentar a su bebé con fórmulas sustitutas. Acudió a diferentes instancias legales para hacer respetar su derecho a la lactancia, generando un desgaste de salud, tiempo y dinero para ella y para la empresa.

Esta historia repitió varias veces en la empresa, lo que ha causado un deterioro en su reputación.

Según datos del INEC – ENSANUT 2018 en el Ecuador uno de cada dos niños recibe leche materna de forma exclusiva, pero la práctica disminuye en que trabajan o tienen mayores estudios.

¿Cómo impacta en una empresa contar con programas de apoyo a la lactancia?

Según un caso de negocio realizado por el Department of Health and Human Services de USA, el retorno de la inversión de apoyar la lactancia en el trabajo se dimensiona en: Ausentismo: Las ausencias de un día para cuidar a niños enfermos ocurren con más del doble de frecuencia para las madres que alimentan a los bebés con fórmula.

Ausentismo: Las ausencias de un día para cuidar a niños enfermos ocurren con más del doble de frecuencia para las madres que alimentan a los bebés con fórmula.

Rotación no deseada: Mantener colaboradoras con experiencia después del parto reduce o elimina costos en contratar personal temporal o capacitar al personal de reemplazo, lo cual implica una pérdida adicional de ingresos en la curva de aprendizaje.

Mayor productividad y lealtad de colaboradores:

  • Mayor satisfacción y mejor desempeño
  • El apoyo facilita su transición de regreso al trabajo y les permite regresar de la baja por maternidad antes
  • El 83% de los empleados son más positivos acerca de la empresa como resultado del programa.

Reputación y relaciones públicas positivas:

  • Proporcionar un entorno de apoyo a la lactancia mejora la imagen de la organización
  • Mejora su capacidad para contratar y retener personal de primer nivel
  • Los programas reciben reconocimiento local, estatal y nacional y atención de los medios.

Las empresas que cuentan con programas de apoyo a la lactancia, no solamente son las más productivas, sino que son las más valoradas para trabajar.

Es tiempo para actuar y ver que la lactancia no solo es responsabilidad de la mamá, sino, una responsabilidad de todos.

¿Tu empresa ya cuenta con un programa de apoyo a la lactancia?